Los bienes raíces se refieren a propiedades inmuebles, que incluyen terrenos, edificios, casas, apartamentos, locales comerciales y otros tipos de estructuras y terrenos. Estos activos son físicos y se diferencian de otros tipos de activos como acciones o bonos. Los bienes raíces pueden servir para diversos propósitos, como vivienda, comercio, inversión o desarrollo.

Los bienes raíces pueden ser comprados, vendidos o alquilados. Las inversiones en bienes raíces pueden generar ingresos a través del alquiler de propiedades o a través de la apreciación del valor a lo largo del tiempo. Además, los bienes raíces a menudo son considerados una inversión segura que puede proporcionar estabilidad financiera y diversificación de una cartera de inversión.

La industria de bienes raíces implica una amplia gama de actividades, incluyendo la compra y venta de propiedades, el desarrollo de proyectos inmobiliarios, la gestión de alquileres y la financiación de inversiones. En resumen, los bienes raíces se refieren a propiedades físicas que tienen un valor intrínseco y pueden ser objeto de compra, venta o inversión con el objetivo de generar ganancias o beneficios.